By ROSA ISELA POZOS
Nos congrega el entusiasmo por reconocer a mujeres talentosas y destacadas por su participación en la construcción de una sociedad más productiva. Nos celebramos porque nos reconocemos, porque en la medida en que se visibiliza nuestra aportación en todos los ámbitos de la vida social queda claro el verdadero poder femenino.
Hoy, las mujeres: somos, estamos y decidimos. También elegimos, construimos y hacemos. Somos mujeres en Tendencia. En 2024, ocurren hechos que el ruido impide ver con la claridad necesaria. El 1 de marzo empezaron las campañas presidenciales. Las dos principales fuerzas políticas del país llevan a mujeres como candidatas. La elección definirá quién será favorecida por el voto ciudadano, pero el gran paso significativo es que, este año, México tendrá una mujer como presidenta de la república. Es un tema de fondo que debemos observar. Las mujeres ya no solo buscamos espacios de participación; ahora, nos encaminamos a ocupar el mayor espacio de gestión pública en este país.
El informe 2020 del Foro Económico Mundial indicó que las mujeres únicamente representaban el 25.5% de los parlamentarios en el mundo y el 21.2% de puestos en ministerios y secretarías de Estado. En ese mismo año, Estados Unidos destacó como un gran logro que Kamala Harris, una mujer, llegara a la vicepresidencia por primera vez en su historia política. México, en 2024, superará eso. Nos estimula saber que somos decisoras en la política, la ciencia, la economía, la cultura y el deporte. En la medida que somos plenas y protagónicas en los distintos campos de la vida social, las mujeres nos erigimos como activos esenciales de la comunidad en donde nos desenvolvemos.
La realidad nos dirá en donde aplicamos más la fuerza social que constituimos. En el aspecto profesional, por ejemplo, hay indicadores que llaman la atención. En su informe 2022, la Universidad Autónoma de Chiapas, dio a conocer que su matrícula de licenciatura estaba constituida por 14,544 mujeres frente a 14,278 hombres. El registro en posgrado era: 301 mujeres por 289 hombres. La Universidad Nacional Autónoma de México informó, ese mismo año, que su matrícula total de estudiantes estaba conformada por 51.97% de mujeres y 48.03% de hombres. Estamos y nos preparamos porque somos mujeres en Tendencia. De ninguna manera, un mayor número de mujeres en la educación superior se traduce en oportunidades laborales, pero sin duda es reflejo de nuestro empeño por prepararnos para acceder a la posición profesional que sea.
Nos reúne, hoy, una acción inspiradora para todos: el reconocimiento a mujeres cuya actividad se encamina a propiciar una mejor calidad de vida. Reconocemos a mujeres en Tendencia, a personas que con su actuar profesional, comprometido, favorecen el cambio cultural. Porque desenvolverse con plenitud en el espacio que les pertenece es apoyar, en los hechos, al empoderamiento de las mujeres. Cada perfil contribuye con la búsqueda de una convivencia más integrada, armónica, esperanzadora. Mujeres con una destacada fuerza intelectual, emocional. Líderes entusiastas que tejen redes de soluciones. Poseedoras de un poder creativo para ser únicas, originales, en un mundo cambiante. Sensibles para escuchar, atender y responder a quienes les necesitan. Dispuestas a aprender y prepararse ante cada nuevo reto profesional para generar nuevas oportunidades. Todas visibles por su capacidad y protagonismo ejemplar. Gracias a todas por ser mujeres en Tendencia, porque con ustedes se demuestra que mientras se respete la esencia de las personas, se generen las condiciones para expresar nuestras capacidades y se habilite el espacio para aportar nuestra perspectiva, este mundo puede ser más equilibrado, igualitario y libre