Damaris Disner*
Tengo una lista de palabras favoritas, entre ellas se encuentran, papalote, columpio, gato, gata, ternura, árbol, estrella, mar, montaña, río (verbo y sustantivo), pájaro, cigarra y muchas más. A algunas las prefiero por la imagen que evocan; otras, por lo que han significado o por su sonido, o tal vez por ambos.
Me gusta tenerlas presentes al escribir o dar talleres para la niñez o para adultos que desean conectarse con el niño o la niña que fueron para practicar su empatía, generosidad y libertad creativa. Palabras que se sostienen con el hálito del recuerdo de una calle empedrada, de una tinaja en medio de un largo corredor en una casa costeña donde el sol abrasaba, mientras la imaginación abrazaba.
Cuando trabajo con niñas y niños los árboles que prefieren pintar son de hojas moradas y de troncos amarillos, nacen entre nubes o debajo de alguna isla. Sus preguntas son detonantes creativos y a menudo brotan sonrisas cuando las respuestas brincan como peces cuando pretendemos atraparlos en riachuelos. No damos nada por hecho porque se les invita a contemplar para que recreen con su mirada curiosa, ya sea con palabras o dibujos.
De niña, la imaginación fue mi aliada para derribar a los miedos que se asomaban; de adulta, sigue siendo la cómplice ideal para transformar mis propias incertidumbres y de la niñez que acompaño en certezas luminosas. Nada es tan poderoso como la fuerza de voluntad que se despierta al creer en nosotras mismas, porque los límites no están afuera sino dentro de una. Un buen cimiento para la autoestima sana es la alegría creativa y descubrir que es nuestras singularidades están nuestras grandezas.
Cuando el desánimo toque a tu puerta de adulto ocupado, da un vistazo al tejado de tu infancia, de seguro verás a la niñez bañándose con la luz de los planetas, su resplandor te guiará a tus primeros anhelos, esos que no se compran ni se alquilan porque vibran con la determinación de una serpiente boa que digiere a un elefante. Ya no necesitarás sombreros para ocultar tu brillante entusiasmo, puedes sonreír tranquilo, mientras haces una lista de palabras que saltan la cuerda y vuelan papalotes; sin dudarlo, una niña o un niño te observará.
*Damaris Disner, es escritora y directora de la Galería Rodolfo Disner, desde hace 11 años. La revista Tendencia y AMMJE la galardonaron por su trayectoria en Cultura. La Asociación de Escritores y Poetas Chiapanecos A.C. le otorgó el “Pergamino Juan Rulfo” en mérito a su trayectoria literaria (2023). Ganó en la categoría de Dramaturgia, el 2do. Concurso Nacional de Literatura para Niños y Niñas, convocado por el gobierno de Guanajuato (2021). Imparte talleres de Creatividad para la niñez y docentes. Contacto: 9613679604 ó didala333@gmail.com
