By: Viridiana Gpe. Cruz López.
Licenciada en trabajo social.
En el contexto del Día de la Mujer, me gustaría compartir mi perspectiva sobre la controversia que genera en ciertos grupos o individuos. Desde mi punto de vista, este día debería ser una ocasión para conmemorar y reconocer los logros de las mujeres, como su nombre lo sugiere. Sin embargo, considero que hemos perdido un poco de la tolerancia hacia la expresión de opiniones divergentes. Cada persona habla desde su propia experiencia de vida, y no puedo decir si está bien o mal que te feliciten como mujer, ya que he logrado muchas cosas en distintos roles: como madre, hija, amiga, hermana, prima, sobrina, y también en mi carrera profesional y en mi vida social.
Aunque no veo este día como una celebración, sino más bien como un momento de reconocimiento, entiendo que no se puede generalizar. Hay mujeres y familias de mujeres que han sufrido situaciones terribles, como desapariciones o violencia extrema, y en esos casos, mostrar empatía y solidaridad podría hacer que la felicitación sea inapropiada. Es un tema complejo, con diferentes perspectivas y experiencias, por lo que creo que debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo como sociedad, hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas por igual.
A pesar de los avances en el reconocimiento profesional y la igualdad de género, la violencia sigue aumentando cada día, lo que nos hace cuestionar el rumbo de nuestra humanidad. Creo que esto se relaciona directamente con la educación que impartimos a nuestras futuras generaciones y a nuestros seres queridos. Hemos perdido de vista los valores y principios fundamentales, como el simple concepto de tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Aunque puede sonar trillado, es un principio práctico y generalizable que deberíamos promover y enseñar.
Considero que a veces se confunde la lucha por el empoderamiento femenino con un tipo de feminismo radical que contradice los mismos valores que estamos tratando de promover. Es importante encontrar un equilibrio y avanzar hacia una sociedad más igualitaria y respetuosa, donde se valoren y se respeten los derechos y las experiencias de todos, sin importar su género.
