Queridos lectores:
El mes de septiembre llega a nosotros como un recordatorio vibrante de nuestra identidad, llena de historia, tradición y orgullo. Es un tiempo en que los colores de nuestra bandera ondean con más fuerza, los himnos resuenan en nuestros corazones y recordamos que somos parte de una nación que ha luchado y sigue luchando por su libertad y derechos.
La celebración del Día de la Independencia es un homenaje a aquellos valientes que forjaron el camino hacia la libertad, marcando el inicio de una nación independiente. Sin embargo, este mes no solo se trata de recordar la gesta heroica de nuestros antepasados, sino también de reflexionar sobre el México actual y las luchas que aún enfrentamos.
En este marco, es imposible no destacar el papel fundamental de la mujer indígena en la construcción y preservación de nuestra cultura. Las mujeres indígenas han sido, y siguen siendo, guardianas de nuestras raíces, transmitiendo de generación en generación los saberes ancestrales, las lenguas originarias y las tradiciones que nos hacen únicos. Son ellas quienes, a pesar de las adversidades y la marginación, han mantenido viva la esencia de nuestros pueblos
originarios.
Este septiembre, rendimos homenaje a todas las mujeres indígenas que, con su fuerza y determinación, han roto barreras, desafiado estereotipos y luchado por un lugar digno en la sociedad. Su contribución es invaluable, no solo en la preservación de nuestra identidad cultural, sino también en la búsqueda de justicia, igualdad
y reconocimiento.
El Día Internacional de la Mujer Indígena, celebrado el 5 de septiembre, nos invita a reflexionar sobre los desafíos que estas mujeres enfrentan en un mundo que muchas veces les ha dado la espalda. Es un llamado a reconocer su resiliencia y a apoyar su lucha por derechos básicos, como el acceso a la educación, la salud y la participación política.
En este mes de independencia, recordemos que la verdadera libertad no se alcanza si no es inclusiva, si no considera a todos los que conforman este país diverso y rico en culturas. Que septiembre sea un tiempo para celebrar no solo la independencia de México, sino también para honrar a las mujeres indígenas que, con su valentía y sabiduría, continúan construyendo un México más justo y equitativo.