EDITORIAL

Queridas lectoras:
Octubre es un mes dedicado a la conciencia, prevención y lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad que afecta a miles de mujeres cada año, pero que también nos recuerda la importancia de la unión, el autocuidado y la fuerza colectiva.

Como mujeres, solemos priorizar el bienestar de quienes nos rodean: nuestras familias, amigos y seres queridos. Sin embargo, cuidar de nosotras mismas también es fundamental, y la prevención es una poderosa herramienta que tenemos a nuestro alcance. Realizar autoexploraciones regulares, acudir a revisiones médicas periódicas y estar informadas son acciones que pueden marcar la diferencia entre la vida y la enfermedad.

El cáncer de mama no discrimina, pero detectarlo a tiempo nos otorga una ventaja invaluable. Alentamos a cada una de ustedes a tomar en serio su salud y a promover esta conciencia entre sus seres queridos. Porque cuando una mujer cuida de sí misma, está cuidando también de su entorno.

Hoy, más que nunca, debemos recordar que no estamos solas en esta lucha. Acompañémonos, informémonos y, sobre todo, apoyémonos mutuamente. El autocuidado es un acto de amor y resistencia, y juntas podemos hacer frente a este desafío. Con cariño y solidaridad